Puno

Afirmar la democracia y la libertad para disminuir la pobreza y la desigualdad

En estas elecciones nos estamos jugando la vida, porque hay que optar entre la libertad y la democracia que representa la candidatura de Keiko y la dictadura y la esclavitud que significa la postulación de Castillo. No queda otra alternativa.

No es tiempo para hacer asco o taparse la nariz. Las propuestas programáticas son radicalmente diferentes entre quien quiere reformar el sistema para hacerlo mejor en términos de satisfacción de necesidades básicas insatisfechas y mejoramiento de calidad de vida; y quien quiere revolucionarlo para transformarlo en el sentido de expropiación, estatización, colectivización, socialización.

La propuesta coherente que enarbola Keiko se encuentra en la línea de aquella que siguen los países más desarrollados del planeta, que significa hacerle cambios significativos y hasta radicales al sistema, para que funcione en el sentido del desarrollo económico el progreso social y la modernización que exigen los tiempos y los cambios en un mundo globalizado y digital. Este modelo que viene funcionando exitosamente en el orbe ha logrado los más altos niveles de vida en los países desarrollados; a los cuales se han integrado naciones emergentes como los “Tigres asiáticos” que han mejorado la calidad de sus poblaciones en pocas décadas.

La propuesta incoherente (porque hay varias) que enarbola Castillo, Cerrón, la vicepresidenta y otros, se haya alineada en la que aplicaron los fracasados países socialistas de la Unión Soviética y Europa Oriental, de la República Popular China, y más cercanamente de Cuba y Venezuela (a cuyos líderes y modelos admiran) que han demostrado ser un absoluto fracaso en cuanto a resultados en todo. Después de más de 60 años la Isla del Caribe no ha resuelto sus problemas fundamentales de existencia; aparte de no tener libertad ni democracia. Luego de más de 22 años la Patria de Bolívar ha pasado de ser el país más rico de América Latina, a ser el más pobre de la región, al extremo que su población no tiene empleo, ingreso, alimentos. Tampoco hay democracia, libertad, derechos. Comen basura y más de seis millones han tenido que huir; de los cuales poco más de un millón residen en el Perú.

NO es cierto que los fujimoristas y los comunistas sean la mayoría del país. En la primera vuelta obtuvieron apenas la cuarta parte de los votos. Juntos representan la sétima parte del padrón electoral. Son minorías que por casualidad o causalidad han llegado a la final; entre las cuales tenemos que elegir. La candidatura comunista cuenta con el aval pleno de sus camaradas rojos, caviares y morados que vienen gobernando el país hace ya 30 años; y controlan las entidades gubernamentales, parlamentarias, judiciales y electorales. Hasta ahora vienen haciendo lo indecible por favorecer el triunfo de los comunistas asociados al cobarde, criminal y genocida terrorismo de Sendero Luminoso. Evitemos el fraude. Hay que ir a votar. GANARÁ LA LIBERTAD Y LA DEMOCRACIA.

(*) Analista político

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados. – #Castillo #Keiko #peru #Venezuela #VíctorLópezGarcía #Opinión

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