
El director de la Dirección de Camélidos Sudamericanos de Puno, Ricardo Iveros Llantay, informó que, en años anteriores, se tenía una alta producción de fibra de vicuña, sobrepasando los 1,500 a 2,000 kilogramos anuales. Sin embargo; a causa del estado de Emergencia Sanitaria por la COVID–19, las cifras de producción de fibra, se han reducido a 848,292 kg en el año 2020.
“El Chaccu de Vicuñas, normalmente se realiza desde el mes de mayo a noviembre, pero el año pasado, solo se ha realizado en el mes de noviembre, puesto que se tenía que presentar los protocolos sanitarios, por la aglomeración, porque normalmente suelen participar 200 personas en el chaccu”, manifestó Iveros Llantay.
En el mes de marzo se tiene previsto realizar las reuniones técnicas para establecer los cronogramas de trasquilo para todo el año. “No sabemos cómo va estar la situación de la pandemia próximamente, esperemos que no nos dificulte como el año pasado”, indicó.
Por otro lado, mencionó que, a inicios de este año, se ha monitorizado un total de 24,836 vicuñas, esto con el fin de evitar la caza furtiva, por lo que, en estas fechas, se viene realizando el control, vigilancia y patrullaje respectivo.
Por último, indicó que, en el presente mes, también se realizó la venta de fibra de vicuña, a la empresa ALMAR, con sede en la ciudad de Lima, a 300 dólares el kilo; recalcando que estas empresas que compran fibra de camélidos, son totalmente legales y autorizadas.