El equipo editorial del diario Los Andes en Arequipa, dirigido por el periodista Paúl Lazo, quien hace cinco meses me invitó a colaborar en la edición dominical, me informa que, tras algunos cambios en la línea editorial del diario, se ha visto obligado a renunciar. En solidaridad con él y su equipo dejaré de publicar mi columna “La Chuspa del Diablo”. A partir de hoy será publicada en mi blog de “La mula” los días martes. Valga esta ocasión para comentar acerca del papel histórico del diario Los Andes en la región Puno.
El diario Los Andes fue fundado en Puno en 1928, por Ignacio Frisancho Macedo (1876-1970), hacendado y abogado, periodista, natural de Lampa, que también escaló en la vida política de la región. Con el correr de los años, fue el mayor de sus tres hijos, Samuel Frisancho Pineda (1918-2001), abogado y periodista, quien en 1956 tomó las riendas del diario con una entrega denodada y puneñismo a ultranza en pro del desarrollo de la región, lo que lo convirtió en uno de los periodistas puneños más importantes del siglo XX. Samuel asimismo fundó una editorial con la que publicó numerosos libros de la producción intelectual puneña. Editó también el “Álbum de Oro, Monografía del Departamento de Puno”, en 17 tomos, entre 1969 y 2000. Lo conocí cuando yo aún era niño y seguramente influyó en mi decisión futura de ejercer y estudiar periodismo. En 2002 publiqué el libro “Látigo del Altiplano” (Lago Sagrado editores) dedicado a su vida y obra.
A la vejez y muerte de Samuel en 2001, fue su hija Emperatriz Frisancho Murillo (1952-2012), comunicadora social, quien asumió la conducción de Los Andes. Sin embargo, los intereses de las deudas contraídas con los bancos desde mediados de la década del 90, que permitieron la modernidad del diario, al dejar el linotipo y entrar en la impresión en offset, sobrevinieron sin tregua. A ello se sumó la pérdida del avisaje judicial con el que el diario se mantenía a flote, en un contexto en el que ingresaron en el mercado puneño otros diarios como “Correo”. Vendrían entonces tiempos difíciles para Los Andes, sin embargo no dejó de publicarse. Llevaba sobre sus hombros una larga historia y compromiso con Puno.
Ante los problemas económicos, el diario tuvo que ser vendido. Dejó de pertenecer a la familia Frisancho. El siguiente dueño fue el periodista puneño René Calderón quien dirigió el diario entre 2005 y 2016. Finalmente, nuevos problemas económicos producto de una terca resistencia a ejercer un periodismo de tipo chantajista y mermelero, condujeron una vez más a su venta. El dueño actual es el empresario arequipeño Hipólito Batallanos, quien en su gestión ha decidido ampliar el ámbito de su publicación a la ciudad de Arequipa.
Los Andes ha contribuido desde su fundación a la consolidación de la cultura puneña. Es el periódico nato de Puno y el único que ha sobrevivido desde la década del 20. En sus páginas se puede leer la historia y la problemática de la región. En sus páginas han escrito y se han formado lo más notables intelectuales y periodistas puneños. Representa un sello de identidad y un referente imprescindible en el periodismo del sur peruano.
Fuente: Christian Reynoso
