Puno

El gran dilema de elegir el mal menor

El nuevo escenario electoral nos coloca en una dicotomía, elegir entre Keiko Fujimori que defiende el actual modelo económico, que permite la libertad de mercados, protege el derecho de propiedad; mientras que Pedro Castillo plantea cambiar el actual modelo económico por una economía popular con mercados a través de una nueva Constitución Política del Perú, que implicaría que el Estado tenga un control total en todo.

Es menester precisar que el resultado electoral en primera vuelta es una protesta de ciertos sectores de la población olvidados por los gobernantes; por otro lado, también refleja la insensatez en las ánforas por la gran cantidad de votantes ausentes. Hablar de Keiko Fujimori trae recuerdos del pasado y sirve como dato. Referirse a Pedro Castillo, podemos decir que proviene de una formación marxista, con una visión de estatización del manejo económico lejos de ser una propuesta social demócrata. Cabe preguntarnos ¿Cuáles son las fallas del actual modelo económico que genera el rechazo de una gran parte de la población?

La coyuntura actual evidencia una respuesta de una gran parte de nuestros compatriotas por la paupérrima gestión pública de los gobernantes, aunado a su escaso liderazgo y un alto nivel de corrupción y oportunismo; que genera una confrontación de lucha de desigualdades. El cambio radical que propone Pedro Castillo, lejos de analizar si es viable o no, es necesario escrutar si la mayoría de los peruanos podrán transitar y mantenerse a una nueva modernidad de civilización en los próximos años; o sería más prudente mantener el actual modelo económico que nos permita hacer reformas estructurales en pocos años y no aventurarnos a nuevos planes comunistas que traerían como consecuencia recuperarnos en largas décadas.

En resumen, elegir al nuevo líder que enrumbe nuestro país, debe enfocarse en que mantenga la estabilidad económica, desarrollar mercados, generar empleo, incentivar la formalización con medidas tributarias menos rígidas. La acción del nuevo Gobierno debe ser proactiva, promotora de la inversión privada. En efecto, tal vez sea este momento para ambos candidatos en proponer planes viables que puedan permitirles reconciliarse con la población.

Nuestro país está polarizado, reconstruir un país no tiene que llegar a ser en paralelo una lucha de enfrentamiento colectivo que se instale en nuestra sociedad y que dificulte en recomponerse. La meta es integrar al País y ofrecer un cambio real y en paralelo mantener nuestra democracia.

(*) Especialista en Tributación y Política Fiscal Asesora Legal e Investigadora Jurídica

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados. – #KeikoFujimori #PedroCastillo #RominaFuentesAlván #Opinión

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