Llegó a mi hogar con la humilde dulzura y el amor generoso y transparente que, calladamente, transmitió a mis hijos y a toda la familia durante toda su vida y hoy, recordando la frase maravillosa de Manuel Seoane a la muerte de su hija Nora, es “polvo en viaje a las estrellas”.
¿Cómo transmitir el dolor profundo que nos embarga frente a su partida súbita e inesperada? Cómo traer de regreso tantos años en familia con Fany que, desde sus tierras ancashinas, aportó los valores ancestrales que heredó de sus padres, como ella criados en la tierra que la vio nacer y como ella peruanos que amaron al Perú y a sus prójimos como a sí mismos.
Cuando alguien querido se va al cielo -desde donde hoy nos mira y sigue queriendo Fanicita- en realidad quienes nos quedamos solos somos nosotros en esta tierra problemática y llena de dolor pero también, felizmente, de esperanza, como nos lo enseña su propia vida no exenta de una tragedia personal que sobrellevó siempre con mucho amor.
Tal cual Luciano su hermano, que partió víctima de la pandemia desde la lejana Nueva York, artesano extraordinario y sensible que hizo una gran carrera luego de llegar como ilegal al país del Norte -aún recuerdo una visita al Museo Metropolitano de esa ciudad con él, Fany, mi hermana Magdalena y mi hijo Pancho-. Fany jamás le falló a los suyos y mantuvo siempre esa integérrima lealtad y honestidad que caracterizaron su existencia y que sin duda constituye su legado para quienes tuvimos la dicha de conocerla y compartir nuestras vidas con ella, en las buenas y en las malas.
Crio y quiso a mis hijos como suyos propios y se convirtió en la “mama” de la casa para todos, especialmente cuando mi querida esposa enfermó y luego falleció después de una larga enfermedad.
Y siempre recordaré las largas conversaciones sobre tantas cosas en las cuales destellaba su inteligencia natural, su rápida percepción de las cosas en el marco del respeto mutuo y la comprensión amplia de la naturaleza humana.
Ese diálogo nunca terminará. Desde allá arriba, en compañía de nuestros seres queridos, Fany nos continuará iluminando y transmitiendo su amor y sus valores, más allá de toda duda. Yo lo sé.
(*) Presidente de Perú Nación Presidente del Consejo por la Paz
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