Puno

Soberbia e indolencia

Desde el primer momento sabíamos que la gestión ante la OEA era eminentemente voluntaria porque desde el punto de vista legal le corresponde al presidente Sagasti como cabeza del país que pida una auditoría internacional a los expertos de la OEA, a través de la Cancillería. Sin embargo, Sagasti una vez más opta por una opacidad o falta de transparencia y evidentemente juega a favor de la candidatura del señor Pedro Castillo. Frente a ello, la actitud de la OEA es meramente de diplomacia, cordial, de dar la bienvenida a alguien que acude hasta Washington con un requerimiento, pero el secretario general no puede proceder.

Sin embargo, se está dejando constancia ante el mundo que en el Perú existe un fuerte pedido democrático de transparencia, que las elecciones tengan legitimidad a favor de quien resulte elegido.

El texto de la Constitución Política del Perú es claro al señalar que el Jurado Nacional de Elecciones debe garantizar la voluntad popular, debe dar cuenta de lo que realmente quiere el ciudadano peruano, pero por lo que estamos viendo nada de eso es así. El JNE está actuando mal, porque no está integrado por 5 magistrados como manda la Constitución, porque se ha dado el lujo de reunir a los observadores de la OEA en una cuchipanda, y eso lesiona su imagen. Y sigue actuando mal, porque el señor Salas Arenas está ejerciendo con los antecedentes que tiene y sin tener su colegiatura al día. Pero, además, está actuando pésimo por haber adoptado la legitimidad para reemplazar al magistrado Arce Córdova.

El magistrado Rodríguez Monteza no podía negarse, pero ha advertido claramente que este jurado está viciado y sus actos serán nulos. Jorge Salas Arenas se ha convertido en el hombre más poderoso del Perú y no hay manera de ejercer contrapeso alguno. Bajo su superioridad y autonomía total nadie puede hacer nada. Se trata de un desempeño innoble en estas votaciones. Siento que hay un acto de soberbia e indolencia, y tengo la convicción de que si pudiéramos tener acceso a los peritajes y a los padrones podríamos demostrar ampliamente que estas elecciones han sido todo un fraude.

Una muy lamentablemente consecuencia sería la eventual proclamación a Pedro Castillo como presidente, dicho gobierno va a estar viciado de legitimidad. No va a ser un gobierno representativo de la voluntad popular y la inestabilidad política y social va a ser terrible.

(*) Analista político

(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados. – #HugoGuerra #JorgeSalasArenas #OEA #RodríguezMonteza #Opinión

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